jueves, 6 de mayo de 2010

ADIOS AMOR MÍO

Nuestro amor quedó sellado en un viaje a Ávila en primavera de 2003. Antes... mucho antes, nos habíamos conocido en una calle de Madrid mirando escaparates.

La relación tomó forma entonces. Yo venía de una experiencia anterior con otro tipo que no iba a llegar a ningún lado y él estaba colgado en Madrid sin ninguna ocupación. Así que empezó a seducirme con sus formas y yo... tonto de mí, después de luchar con mi familia para convercerles de que esta relación tenía futuro, logré salir con él.

Me gustaba su forma de acoplarse a mi cuerpo y su aspecto exterior. Se diría que estábamo hechos el uno para el otro. Con nuestras cosas y particularidades, pero en el fondo ambos supimos que nuestra relación llegaría a ser importante en nuestras vidas.

Recuerdo cómo al principio no me gustaban sus formas bruscas de comportarse en público, y cómo se quejaba cuando le bloqueada. Era un poco doloroso pero él, siempre con buenas maneras, me enseñó a amarle y a quererle con su defectos y virtudes.

Sentíamos un afecto mutuo que no es normal entre humanos. Un cariño sincero y un respeto que a poca gente he llegado a demostrar. Nos bastaba una mirada para saber qué teníamos que hacer o que callar. Recuerdo una vez que salimos con varias parejas en un viaje a Arnedo, en la Rioja. Debíamos participar en una marathón de mtb y al alba del día de la prueba, solos, él y yo, nos quedamos a la puerta del hotel y apoyando mi cabeza sobre su cuerpo sentimos la fuerza de nuestra relación y nos infundimos valor para aquello que estabamos hechos.

El tiempo ha ido ajando mi cuerpo y el suyo. Nunca me dijo que no le hubiera dejado de gustar, ni a mi se me ocurriría decirle otro tanto. Soportaba con delicadeza y obstinación mi pesadez y disfrutábamos como podíamos de nuestros cuerpos a cualquier hora del día o de la noche. En público o en privado.

Así que, amigo lector, podrás comprender que se me encoja el corazón al escribir esta entrada sobre mi mejor amigo, que el pasado domingo me dejó en el transcurso de un paseo por la Dehesa Boyal de Collado Villalba. Me abandonó a mi suerte en este mundo y ahora tengo que recomponer mi estampa y mi vida buscando un sustituto que llene el hueco que el dejó.

Fueron años de vino y rosas que como todo, terminan. Que nadie lo dude. Y que aun con todos su defectos sirvió y le serví fielmente todos estos dias. Le cuidé lo mejor que supe y pude. A cambio me entregó salud y amistad. Y muchas endorfinas. Nunca te olvidaré amor mío.

Aunque ahora tenga que seguir el camino con otro cuadro... este es blanco, no tan bonito como tú. Prefiero tus colores verde bosque. Es un KTM Lycan 4.0 del 2009. Me lo he comprado en Golpe de Pedal y creo que le va a valer todo lo que tu tenías, salvo el desviador delantero. Eso sí... no le va a quedar nada mejor que te sentaba a tí.

Juani no dijo nada, cuando se lo conté estaba un poco fastidiada pero al final le da pena que te rompieras. A Hugo le ha dado pena que no salieras con su bici por la Cañada Real ahora que está aprendiendo a montar.

En fín... que todos te echamos de menos. Incluso bocata ya no sabe donde mear cuando se queda encerrado en el garaje. Y Emilio, si, si... el que te pintó; Emilio quiere hacer rodajas tu tubo diagonal para hacer un regalo en la II Moralzarzal Extreme.

Estes donde estés siempre te llevaremos todos en el corazón. Gracias compañero y hasta siempre.

Este conejo que os quiere...

2 comentarios:

  1. ja, ja, no es lo mismo porque yo ya sabía de que iba. Lo de la ME, ¿que mejor homenaje? ;-)

    ResponderEliminar
  2. Rodajas del tubo diagonal... rodajas de los tirantes... pulseras, anillos...

    Es eso o que acabe convertido en envoltorio de bocadillo o marco de ventana. :-)

    ResponderEliminar