jueves, 22 de abril de 2010

REPORTE DE TRABAJO

El otro día estaba con mi amigo XY en su despacho cuando una empleada suya, XX, se acercó a él y le entregó unos papeles con una edición muy cuidada que mi conocido miró y de una manera muy displicente le firmó.

Parecía que todo había acabado, cuando en un momento reconocí el arqueo de ojos de mi amigo antes de que se ponga sarcástico. En semejante momento pensé que sería buena idea que Belcebú abriera el suelo y me reclamase la deuda que tengo con el que vence a 70 años f.f.. Pero no... la Diosa Fortuna quiso que de semejante episodio fuera testgo este, que os escribe, para mofa y regocijo del empresario (si hay alguno que me lee... y mira que me extraña). Y verguenza y escarnio de la clase trabajadora (de esos me leen unos pocos... me consta que no son los millares de ávidos lectores que me catapultarían al Premio Pulitzzer, pero en fín).

Trata de la historia de una persona encargada de tratar con una manzana todas las putas horas del día. Que digo yo que Steve Wozniak no se imaginaba que sus puñeteros equipos iban a entretener a tanto ser vivo. Imaginad, solo tratad de hacerlo un segundo... ¿vale?, que sois unos diseñadores y que os pasáis, contratada por XY para ese trabajo, las horas muertas.

XY por otro lado, mantiene con ella un pequeño contencioso que consiste en saber qué tiempo real dedica al diseño y qué a otras tareas. Lo que todo buen Jefe pretende saber de un empleado puede llegar al paroxismo de toda enfermedad. La enfermedad es el "ansia viva", que diría Jose Mota, de saber en qué se gasta el tiempo del trabajador por cuenta ajena. Y el enfermo el trabajador que sufre de esos ataques del Jefe.

Te pasas las horas muertas del día frete a la pantalla.

Bueno, pues esa persona que lo hace era, y es XX.

En cosa de dos DINA-4 nuestra amiga XX le detalla todo lo que ha hecho en franjas horarias de 60 minutos. Por ejemplo:

17:00 Horas - 18:00 horas

Cliente: XXXX

" Sigo retocando las fotos de XXXX (cestas). hay varias cortadas, otras con mala calidad y otras que hay que retocar. me llama XY para que le localice unas hojas que tenemos con las máquinas de imprenta. dejo XXXX y la busco, creo que encuetra lo que quiere y se lo mando. regreso a XXXX y apunto el nombre de las que están cortadas yde las que no tienen fondo y le pongo un email a XXsub2 y le redacto las fotos problemáticas en 3 categorias previa consulta con XY. me voy otra vez al ordenador de XYsub2 para seguir retocando el resto mientras me contestan" (...)".

Esto parecería normal, lo que ocurre es que desde que XX entra a trabajar, deber hacer una descipción pormenorizada de todo lo que hace, hora a hora. Día a día. Minuto a minuto. Normal que mi amigo esté que trina, tiene a XX amargada teclenado lo que hace en cada momento nada más de dejar de hacerlo en su ordenador. Lógico que tarde en diseñar.

Lo malo es que en cada hoja, al pié del informe, aparece una nota la pié de página que reza:

" Añadir en general el mirar el correo, si tengo que mandar emails, contestar el teléfono y la puerta cuando XXsub2 no está. y que cada vez que cambio de trabajo entre medias tengo que guardar el trabajo, cerrar los programas que esté usando y abrir los nuevos. EL TIEMPO EMPLEADO EN RELLENAR ESTOS PARTES y el tiempo en bajar a la cocina cada vez que necesito beber agua ya que se me ha prohibido tenerla en mi puesto de trabajo".

¿ Quién dijo que el trabajo nos hará más libres?. Pienso que libre es la pobre XX cuando sale de trabajar. Según el parte a las 18:30 horas... que ya eran más cuando dejó el "parte" sobre la mesa de XY. Pero desde luego lo que piensa es que mi amigo XY es un poquito cabrón y bastante tocapelotas.

Como quiera que sé que me estará leyendo, le mando desde aquí un fuerte abrazo. Gracias XY por haberme dado pié a esta entrada... pero una cosa te diré: no merece la pena, arregla el tema. Que es un sin vivir para los dos, para mi y para la clase obrera del país. Y ya se, amiga XX, que no soy quién para exponer tus textos al lector ajeno, pero pienso que de algún modo te ayudo con esto a que sepa el mundo de la pena negra que llevas a rastras en los ojos cada vez que cruzamos la mirada.

Saludos desde la Madriguera.

Vuestro amigo el conejo, que os quiere.

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