Lo mejor para pasar una noche de insomnio es ponerse a ver la televisión de madrugada. Además, con una buena manta y la chimenea bien llena de leña de encina chisporroteando a fuego lento y dando calorcito mientras disfrutas de una buena taza de café humeante en las manos. Acurrucado en la esquina del sofá y, con una luz indirecta para que no moleste del destello de la pantalla.
Además, si es en tu casa, es insuperable.
Cuento esto porque de un tiempo a esta parte este conejo que os quiere gusta de tomarse un mix de hierbas relajantes y narcotizantes por la noche después de cenar. ¿Qué ocurre? os preguntaréis. Pues nada en particular, pero a resultas de la crisis de los cuarenta mi cuerpo se ve sometido a ciertas presiones hormonales que me hacen seguir los dictados de mi cuñada La Hierbas y parece que la vida me está cambiando, de tal manera que de tanto descansar, el cuerpo se ha declarado en huelga de sueño y ayer me toco dormir solo cuatro horitas.
El resto me las pasé viendo la televisión con el dedo pulgar de la mano en el botón de cambio de canal del mando oprimiendo a alta velocidad. Tan velozmente, que creí pasar por La Sexta en un momento en que Lobato aparecía en la pantalla para decir que iba en vuelta rápida. Acojonante.
Me di cuenta de que en España somos gilipollas, muy perezosos o, incluso, incultos. Lo primero por no hacernos con los fantásticos botes de premio que había en los diferentes programas de llamadas concurso, de esas en las que sale un famosete de Gran Hermano pidiendo con tono sobre actuado que llamemos para contestar de qué color era el caballo blanco de Santiago... que digo yo que debía ser el mismo que tenían Camarón, Hendrix y el mayor de los Urquijo.
Lo más sangrante es que que somos perezosos por no llamar, y lo digo porque el insomnio me viene a mi por exceso de descanso y miorelajamiento personal previo, pero entiendo que un veinte por ciento de la población anda mano sobre mano con esta desaceleración que vivimos (usando la terminología psoelística) y a lo mejor por la noche no pega ojo... y si no llamas para hacerte rico del tirón cuando ves un bote de 40.000 € es que eres un holgazán de cojones.
Lo triste es que el informe PISA va a taner razón:
“De los tres criterios que mide PISA – comprensión lectora, competencia matemática y competencia científica – España solo mejora levemente en la primera y en el computo global se sitúa ligeramente por debajo del promedio de los Estados. Pobres resultados si tenemos en cuenta que ya en el examen del 2006 la educación española registró unos pésimos resultados”.
Y lo que pasa es que esa mejoría en la compresión... así en general, es de risa, por que no comprender que esa programación es una puta vergüenza y no sacarla a tomatazo limpio de la parrilla de la televisión es más bien una muestra de que la competencia matemática o la científica (¿quién regala duros a peseta?) no están mucho más lejos que la primera.
En fin, que el panorama es desolador... y si a eso le añadimos el tema de Bellas y Ambiciosas, apaga y vámonos. Digo lo de apaga y vámonos porque no voy a explicar lo que haría un Conejo machote como es debido a esas horas viendo en primera linea cómo se enfilan veinte uñas hacia Montanchez. Que uno es Conejo, pero decoroso al fin y al cabo.
Lo dicho, que espero haberme cansado suficientemente en el día de hoy para no pasar por el mismo calvario esta noche.
Saludos desde la madriguera de este conejo que os quiere.
viernes, 18 de febrero de 2011
lunes, 14 de febrero de 2011
Quince quesitos
Es como sentir que algo te falta para recuperar la risa. Yo trato de imaginarme que soy una caja de quesos en porciones de esas de dos plantas a la que le falta un quesito en la de abajo. Por eso cuando me observáis en el frigorifico de mi vida pensado que me conservo, lo que siento es que un trozo de mi se ha ido a tomar por culo y os escondo ese dato.
No es una sensación agradable... y lo más jodido es que de cara a los demás tienes pinta de que no te han quitado el precinto. Pero más allá del envoltorio, yo y el resto de quesitos sabemos que nos falta uno.
Quizá esta reflexión sea la traza de una pena negra que me inunda el alma esta fria noche de invierno serrano y que después de mucho tiempo madurándola he sabido asimilarla para poder pintarla en el lienzo de mi vida... a la manera del Conejo; o quizá solo quiero hacerme un abrigo de ella y quitarme el frío que me deja.
La verdad es que ha sido relativamente corto el tiempo que tardé en tomar conciencia de ella, pero si os aseguro que es el suficiente para que me la quede toda la vida. Formará una de esas bonitas cicatrices que te deja vivir con la frente bien alta en este puto mundo y que marcan el cuerpo... por fuera y por dentro. De las que un día te gustaría no haber tenido, pero que te hacen más fuerte.
Y de todas formas, siendo justo, son solo dieciséis las porciones que vienen de serie en el paquete. Así que con quince no se vive tan mal... y se pesa menos.
Se despide de vostros desde esta madriguera este Conejo que os quiere. Fuera hace mucho más frio.
Buenas noches.
No es una sensación agradable... y lo más jodido es que de cara a los demás tienes pinta de que no te han quitado el precinto. Pero más allá del envoltorio, yo y el resto de quesitos sabemos que nos falta uno.
Quizá esta reflexión sea la traza de una pena negra que me inunda el alma esta fria noche de invierno serrano y que después de mucho tiempo madurándola he sabido asimilarla para poder pintarla en el lienzo de mi vida... a la manera del Conejo; o quizá solo quiero hacerme un abrigo de ella y quitarme el frío que me deja.
La verdad es que ha sido relativamente corto el tiempo que tardé en tomar conciencia de ella, pero si os aseguro que es el suficiente para que me la quede toda la vida. Formará una de esas bonitas cicatrices que te deja vivir con la frente bien alta en este puto mundo y que marcan el cuerpo... por fuera y por dentro. De las que un día te gustaría no haber tenido, pero que te hacen más fuerte.
Y de todas formas, siendo justo, son solo dieciséis las porciones que vienen de serie en el paquete. Así que con quince no se vive tan mal... y se pesa menos.
Se despide de vostros desde esta madriguera este Conejo que os quiere. Fuera hace mucho más frio.
Buenas noches.
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